Ahora que he descubierto la forma de volar ¿En qué dirección debería adentrarme en la noche? Mis alas no son blancas, ni plumosas; son de seda verde, vibran al viento y se ondulan cuando me muevo, primero en círculo, después en línea recta y, por último, en una trayectoria de mi invención. La negrura que queda atrás no me preocupa, ni tampoco las estrellas que me aguardan...
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